Como cuidar a tu mascota antes, durante y después de un temblor

Al prepararse usted y su familia para un temblor de mayor intensidad, recuerda hacer los preparativos necesarios para proteger a sus mascotas, aquí te entregamos unos consejos practicos y algunos recordatorios necesarios.

• Al igual que para el resto de la familia, almacene suficiente agua y alimento para sus animales que les duren 72 horas, y de ser posible, hasta para una semana.

• Aliste un lugar donde pueda mantener protegidas a sus mascotas, y prepare una mochila de emergencia que contenga una fotografía reciente de su mascota, un tazón irrompible, los registros del veterinario, inclusive las vacunas que han recibido, una correa o porta-animales, medicinas con sus instrucciones, toallas de papel y un par de sus juguetes favoritos.

• Haga arreglos con un vecino que pueda encargarse de cuidar a sus animales, en caso de que usted no pueda llegar a su casa después del terremoto.Tenga en mente un lugar alternativo en caso de que sus animales no puedan permanecer en su hogar ni los pueda cuidar un vecino.

• No trate de sostener o agarrar a su perro o gato mientras esté temblando. Instintivamente, los animales tratan de protegerse y se esconden o refugian donde se sienten seguros. La reacción de los animales, aun los más dóciles, puede ser impredecible cuando se sienten atemorizados. Cambios en el aspecto u olor de sus alrededores pueden causar que se sientan confundidos y se comporten de manera inusual.

• Después de la primera sacudida, y una vez que haya determinado que es seguro salir al exterior, busque a sus mascotas y llévelas dentro de la casa. No los deje atados afuera. Manténgalos en un cuarto sin ventanas, pero bien ventilado, como el cuarto de servicio, un baño o el garaje. Manténgalas adentro hasta que los temblores secundarios hayan pasado y los animales se hayan calmado

• Si tiene que ser evacuado, en la mayoría de los casos, no podrá llevar a sus animales de compañía ya que no son permitidos en los albergues. Así que asegúrese de dejarlos en un lugar seguro, de donde no puedan escaparse ni resultar lesionados. Déjeles bastante agua y comida. Si las condiciones lo permiten, pase a diario a ver cómo se encuentran